miércoles, 28 de marzo de 2007

Justin

Justín era la gata gorda, vieja, sin raza, cómoda y demandante que hacía imposible que uno No se enamore de ella.

Es fácil entender la inspiración del creador del gato Garfield, cuando uno pasaba unas horas con esta tricolor.
Fué traida de los mas finos y exclusivos criaderos de "los jardines del museo de ciencias naturales" del parque centenario, hace aproximadamente 18 años y desde entonces se dedicó a la buena vida.

Nunca se conoció animal con tal cantidad de pulgas como ella en sus primeros años, ni tan arisca a los mimos.

Esta gata que no respondía a su nombre, ni basicamente a nada mas que el sonido de la bolsa de comida, tenía el carácter mas peculiar que se halla visto en un animal.
Justín difrutaba que la cepillen pero solo en el lomo y en el cuello, no jugaba con ramitas ni perseguia plumas y cuando evaluaba que ya era suficiente, te lo hacía saber inmediatamente con un ronco maullido y una rápida huida.

No le gustaba la leche ni ningún otro tipo de comida mas que la balanceada para gatos.
Disfrutaba tomando sol e interminables siestas pansa arriba, o en su posición mas característica : con un brazo sosteniendole la cabeza y de costado, a la que llamamos "super Justin".

Cuando duermía, eventualmente roncaba y maullaba. Probablemente soñando con alguna vida mejor...existirá?


Como fuera Justín parecía ser esos recuerdos vivos de nuestra niñez que nunca nos van a dejar, Pero lamentablemente, en este caso un Martes 6 de junio, nos despidió para reunirse con su amado Heriel.



la vamos a extrañar mucho